Quien no cuando éramos niños queríamos ser Juan Escutia, si el niño héroe de la Batalla de Chapultepec, que según los libros de historia cuentan, que cuando estaba la batalla a todo lo que da, se acordó que tenía que quitar la bandera, para impedir que los estadounidenses se llevaran la bandera, pero fracasó. Los soldados contrarios le lanzaron una bala en el pecho y este murió, tratando de salvar a la nación, y para eso tenemos la imagen que ya todos ustedes conocen de el envuelto en la bandera y manchado de sangre.
Pues como todos ya saben por que los medios se han encargado de mencionarnos hasta el cansancio que México llegó a la final del Mundial Sub-17, y tenemos a nuestro niño y cheque la historia.
El estadio de Santos Laguna sirvió de escenario para que durante muchos años los mexicanos hablen de Julio Gómez, si el niño que tras sufrir cortada en la cabeza que requirió siete puntos de sutura (10 cm de longitud), perdió 20 o 30 mililitros de sangre, regreso a la cancha para darle el triunfo a la selección Mexicana por medio de un gol de chilena y darle el pase a la final de mundial.
Y es que el jugador comentó que al momento del golpe contra la cabeza del jugador alemán, se sintió mareado y se dio cuenta de que estaba sangrando.
“Pero nadie me hizo caso, yo no podía seguir en esas condiciones y me atendieron los médicos…pero cuando me sentí mejor pedí entrar a la cancha de nuevo porque México ya no tenia cambios, no quería dejar al equipo con menos jugadores y regresé”
"El médico me dijo que no podía seguir porque estaba lesionado pero entré decidido a que inclusive volvería a cabecear un balón si hubiera sido necesario. Me dolía la cabeza y por eso me dijo uno de mis compañeros tú quédate afuera y la vas a meter', y así fue", concluyó.
Juan Escutia |
Julio Gómez |
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